jueves, 20 de agosto de 2020

Conectivismo ¿Qué significa?



El  Conectivismo, de acuerdo a George Siemens, 
teórico​ en la enseñanza y autor del artículo "Conectivismo: Una teoría de la enseñanza para la era digital" es una teoría de aprendizaje increíblemente relevante y propia de nuestra era. 
Actualmente, es innegable que los programas educacionales usan las tecnologías digitales como una herramienta fundamental. Lamentablemente, también es evidente que el adelanto tecnológico no fortalece persé a la educación.

El Conectivismo, según el propio Siemens, se ha de contextualizar exclusivamente en la era digital, influenciada por la tecnología en el campo de la educación. En esta era, el aprendizaje es un proceso que ocurre en un ambiente nebuloso, con una multitud de factores cambiantes y que no responden al control de los individuos. 

Para Siemens, en consecuencia, el aprendizaje es caótico, continuo, complejo y de conexión especializada, definiéndose como un proceso que ocurre en  multi-escenarios, con comunidades, redes personales y el desempeño de tareas en el mismo lugar de trabajo.

Los principios que lo rigen podrían resumirse en:

El aprendizaje y conocimiento se encuentran en la diversidad de opiniones, están cimentados en la conexión especializada de nodos o fuentes de información (alimentar y mantener estas conexiones es necesario para facilitar el aprendizaje de forma continua). El aprendizaje, además, puede residir en artefactos no humanos. 
Una de las dinámicas más interesantes es que la capacidad para conocer más, es más importante que lo actualmente conocido y para ello es esencial la habilidad para identificar conexiones entre áreas, ideas y conceptos.



Para nosotros, como entes con libertad de decisión y pensamiento, la toma de decisiones es un proceso de aprendizaje en sí mismo, permitiéndonos seleccionar qué aprender y el significado de la información entrante.
Todo el proceso, en conjunto, es visto a través de la mirada de una realidad cambiante.

La importancia, en el aprendizaje, de la conexión entre redes, es una diferencia crucial entre el Conectivismo y otras teorías tradicionales, ya que estas no toman en cuenta a la tecnología y su impacto actual en el aprendizaje. En el Conectivismo, la interacción ocurre al interior de las redes, definidas por Siemens como conexiones entre identidades, estas diferentes identidades se integran en un todo y cualquier cambio afecta a la red. En ese sentido, en el terreno pedagógico, el Conectivismo proporciona a los estudiantes la capacidad de conectarse unos a otros a través de las redes sociales, o herramientas colaborativas, permitiendo la democratización, intercambio, creación y difusión del conocimiento. Como bien lo sostenían los filósofos taoístas, el aprendizaje no es una experiencia aislada, sino que combina y conecta a todos los que se involucran en él.


¿Pero y entonces cuál será el rol del educador? Éste debe proporcionar ecosistemas para sus estudiantes, moldear a las  comunidades, y permitir el desarrollo de quienes las conforman, garantizando una fluencia armónica del conocimiento.

En términos generales, esto suena muy bien, pero como lo propusieron algunos teóricos de la información, la gran mayoría de sistemas tienden al caos, a la multiplicación de la entropía. En nuestros días, la sobreabundancia de fuentes informativas es casi omnipresente  y hace que muchas de estas redes se vean saturadas y pobladas de información, mas no de conocimiento.

Asimismo, la gran mayoría de cursos y programas educativos son desarrollados bajo la idea de que el aprendizaje debe darse en un periodo limitado de tiempo. Bajo este paradigma, el aprendizaje no es dinámico ni social ni complejo y ya que el Conectivismo se funda en conexiones, extendidas más allá de las prácticas educativas, produciendo experiencias y retos aplicadas en la vida real, ambas posturas se ven enfrentadas continuamente.

La educación, como he afirmado en un post anterior, es holística y lo esencial es comprender como canalizar las necesidades de quienes aprenden y las propias necesidades de la academia y sus instituciones, respondiendo a esa estructura integradora. El conectivismo nos proporcionaría, entonces, una filosofía que aborda la educación desde una visión total y sobre todo, sometida a una realidad de cambio e incertidumbre. Nada mal para empezar. 


miércoles, 19 de agosto de 2020

¿Aprender haciendo o desaprender rehaciendo?

Aquella teoría que no encuentre aplicación práctica en la vida, es una acrobacia del pensamiento.

-Swami Vivekananda-


La práctica es un maestro excepcional.

-Plinio el Joven-




John Dewey (1938) y David Kolb (1984) definen al aprendizaje experiencial como:

 la participación estratégica y activa de los estudiantes en contextos en los que aprenden haciendo y reflexionando sobre esas actividades, lo que los faculta para aplicar sus conocimientos teóricos a los proyectos prácticos en una multitud de configuraciones dentro y fuera del aula.

Según se ha visto en campos como la ciencia o el arte, en la experimentación se generan conocimientos más profundos que en la aprehensión puramente teórica, además de favorecer la creatividad, el espíritu crítico y la motivación.

Mariano Sigman, neurocientífico, explica en el video con el que inicia este post que, si bien las personas llegan a límites de aprendizaje, estos límites no son insalvables, podemos seguir aprendiendo, en cualquier campo en el que nos lo propongamos y además, podemos seguir mejorando lo que ya aprendimos.

Aprender haciendo o Learning By Doing es un tipo de aprendizaje caracterizado por encontrarse en el corazón de muchos sistemas tales como el Aprendizaje Basado en Proyectos y en Problemas, la tan mentada cultura maker o la Clase al revés.
Básicamente, se parte de una situación, una pregunta o un problema que conmina al estudiantes a adquirir ciertos conocimientos y destrezas y ejercitarlos inmediatamente para proporcionar una respuesta a dicho problema, a la vez que se este nuevo conocimiento se vuelve parte de ellos mismos, como seres humanos.

Pero esto es más o menos dejar de aprender tal como lo venimos haciendo (desde la escuela y el colegio o en nuestro propio entorno inmediato, desde que somos niños). En cierta forma, el limitante para que muchos de nosotros, además de seres humanos funcionales, en una sociedad, nos convirtamos en seres curiosos, desinhibidos y con una amplitud de pensamiento, parte de la premisa de que si no sabes hacerlo, no has estudiado muchísimo o simplemente "no tienes el don" para ello es mejor que ni lo intentes. Tal como nos cuenta Sigman, hay una creencia casi tácita entre docentes y alumnos de que hay cosas para lo que somos buenos y no, y a partir de esa idea, la gran mayoría de veces ni siquiera experimentamos o practicamos otras actividades que las que no nos hayan dicho que nos favorecen o se nos dan mejor. Entonces, nos negamos inconscientemente a poner en práctica lo que aprendemos si no es detrás de una evaluación, un ejercicio en clase o una tarea. 

Pongamos el ejemplo de la vieja fábula de Robinson Crusoe, un náufrago que se queda solo en una isla. En esta historia y tal como la interpreta magistralmente Tom Hanks, sería imposible para alguien que no haya estudiado tácticas de supervivencia o, por decirlo de alguna manera, alguien que no haya sido "un buen boy scout", durante buena parte de su vida, sobrevivir a esta odisea. Pues la moraleja, por el contrario, termina siendo la de que cada día puede convertirse en un continuo ejercicio de aprendizaje, eso sí nunca exento de ensayos, errores, fracasos y frustración.  Como la vida misma. El náufrago sobrevive haciendo y no solo sobrevive, sino que dentro de sí mismo se opera una revolución que destruye y reforma sus creencias, valores y anhelos. Al final, nunca será el mismo.

 

Romper, de esta manera, con las estructuras tradicionales de enseñanza, también implica el dejar de sentir vergüenza ante el error o cuestionarse el seguir intentando algo, tras una serie de fracasos o experimentar aprehensión ante la posibilidad de hacer algo, por nosotros mismos, sin la guía de un docente.
Si sembramos la filosofía, en nuestros estudiantes, de que el conocimiento se genera de manera práctica e ininterrumpida, en cada momento y acto de nuestras vidas, entenderán que no únicamente se circunscribe a un aula o al espacio virtual, sino que esencialmente ayuda a enfrentarse a retos, tanto individuales o de comunidad, incitando a que cada uno encienda, como la pira del náufrago, su otrora adormilado instinto por aprender, su curiosidad, su afán por superarse, su creatividad, en fin, su propia identidad. 

Trabajar asignaturas y actividades usando teléfonos, computadoras y tecnología está muy bien, pero también se agradece el sacar al estudiante fuera de sus zona de confort, ponerlo en situaciones en las que tenga que echar mano de su ingenio y ejercite habilidades físicas, manuales, de raciocinio e incluso emocionales. El conocimiento es holístico y debe entenderse como un continuo cruce de disciplinas y saberes. 

Resolver problemas matemáticos o de lógica, dibujar, colorear, pintar, aprender con música, crear, investigar, resumir, leer, escribir cuentos, poemas, ensayos, artículos, hablar en público o exponer ideas de manera precisa, representar un rol en una charada, utilizar un mapa, un GPS o interpretar un código secreto, tallar, recortar, bailar, sincronizarse en una coreografía, experimentar con materiales que podemos encontrar en nuestra cocina, manipular aparatos y descubrir cómo usar aplicaciones, hacer vídeos, ordenar elementos de un rompecabezas, etc., etc., etc. son destrezas que no están alejadas entre ellas y que no deberían estar alejadas o que deberían estar implícitas en sílabos y sistemas de enseñanza, porque la búsqueda de un estudiante modelo, también demanda la búsqueda de un ser humano curioso, espontáneo y sobre todo, práctico que obtenga su conocimiento haciendo, jugando, echando a perder, divirtiéndose.

Porque finalmente cualquiera que nunca pierda el asombro al hacer cualquier actividad, jamás dejará de conocer y conocerse.
 

martes, 18 de agosto de 2020

La Metodología PACIE ¿en qué consiste realmente?



Con PACIE, no solamente nos referimos a una metodología educativa, concebida por Pedro Camacho, con el fin de incorporar la tecnología web 2.0 en la educación, en realidad hablamos de un cambio profundo en la mentalidad pedagógica. Este cambio incluye a todos los actores educativos y tiene la posibilidad de potenciar el autoaprendizaje y la manera de construir y fomentar el conocimiento, desde la colectividad.

Recapitulemos un poco. Hoy en día, la mayoría de los estudiantes se identifican como nativos digitales, es decir que, desde que han nacido tienen una gran familiarización con la tecnología, las computadoras, tablets, smartphones y un sinfín de aparatos que forman parte de su modo de vida (bueno, del de casi todos). 

Lo curioso de este asunto es que, en el caso de los docentes, buena parte de ellos son migrantes digitales. Aquellos, han
nacido
 antes de los nativos digitales, es decir en la era pre-digital y han tenido que aprender a usar los medios digitales, siendo originarios de un mundo analógico de información. Esto se traduce en un esfuerzo mayor al apropiarse y utilizar, con plena libertad, estas nuevas formas de comunicación enfrentando fenómenos tales como la frustración, el desinterés y la apatía total. 


La idea es que ambos trabajen juntos, en la búsqueda del beneficio de los dos y el propio, al compartir sus conocimientos y confesar sus falencias. Sin embargo, en nuestra época, tan sujeta a cambios e infestada con esa capacidad casi innata de discriminar y separar que nos caracteriza, eso parece inconcebible y más aún si, como se ha visto, se comienza a evaluar, de forma seria, el papel de los denominados "entornos virtuales". 

La reciente pandemia nos demuestra cómo estos son de una importancia capital para crear vínculos entre la academia y el estudiantado, pero, asimismo, es evidente que la gran mayoría exige concisión, inmediatez y esmero en la manera que crean y distribuyen conocimiento y por encima de todo, una metodología adecuada con suficiente pedagogía y estrategias didácticas que garanticen una mejora continua a los procesos de enseñanza y aprendizaje. Muchos entornos virtuales son prácticamente incomprensibles e insufribles. La razón es simple, a primera vista: los estudiantes y los docentes manejan una lengua materna distinta. Los migrantes y los nativos no se comprenden. ¿Les suena familiar?

La verdad es que, desde sus albores, esta problemática siempre ha estado presente en la educación en línea, pero eventos como el distanciamiento social, el confinamiento y un sinnúmero de factores (geografía, infraestructura, status social, etc.) demuestran de forma incontrovertible, en muchos casos, la carencia de un sistema que, además, se aplique uniformemente en todas las capas de la educación virtual.

PACIE nos propone una solución. Pero vamos al grano, PACIE es una abreviatura y se compone de cinco palabras esenciales: Presencia, Alcance, Capacitación, Interacción y E – learning.

La Presencia se refiere al aspecto visual transmitido a los estudiantes, empezando por la calidad del impacto visual, el empleo de los recursos en línea, la eficiencia en la presentación de los contenidos, la identidad corporativa (imagen y diseño), el uso de herramientas extras y una personalización visible del aula.

Con Alcance (académico, experimental y tutorial) hablamos de entender y comprender los objetivos que se realizará con los estudiantes, sobre el entorno virtual de aprendizaje, en torno a estándares y marcas académicas, proponiendo además una dinámica constante compuesta de comunicación, información, soporte e interacción con nuestros estudiantes. Se introduce así el elearning en los procesos educativos, de forma gradual. 

Idealmente, se busca que tanto los docentes como los estudiantes, empleen el campus de manera frecuente y se evite, sobre todo, la resistencia en cualquiera de las partes. 

La Capacitación apuesta porque el docente esté capacitado para comunicar e impartir el conocimiento, a través de los recursos disponibles y así el estudiante lo asimile de forma natural y espontánea. Dicho en pocas palabras, que gracias a los medios propuestos por el facilitador, el alumno disfrute aprender y utilizar el conocimiento y que además, lo haga con deleite. Parte de las estrategias incluye el estimular el uso de los recursos y herramientas virtuales, tanto en docentes como estudiantes, así como ejercitar el "instinto de curiosidad" y el "aprender haciendo", permitiendo una mayor libertad en el proceso de aprendizaje y enseñanza. 

La Interacción trabaja desde la práctica, al permitir el empleo de recursos y actividades existentes en el entorno virtual de aprendizaje, fomentando e impulsando el compartir la información.

Finalmente está el E-learning es decir el aprovechamiento máximo de la tecnología disponible y sobre todo, la diseñada para la gran mayoría de personas, con el objetivo de multiplicar la interacción dentro del entorno virtual.

Sin embargo y esto es lo más importante: lo innovador de PACIE, es el poner al docente en el centro, como motor esencial en el aprendizaje, ya que además de ser un puente en los procesos operativos y administrativos del área académica, éste no debe permitirse descuidar su propio crecimiento y satisfacción personal. El docente debe dejar de sentirse como un migrante y empezar a verse como un aprendiz digital, ante el cual no hay una frontera de conocimiento infranqueable y que ama (tal como sus estudiantes lo harían) el aprendizaje y la actualización.   
De lo contrario, al perder el interés por su trabajo, así como la necesidad de autoeducarse de manera transdisciplinaria, su propio proceso de enseñanza-aprendizaje, su propia identidad, como docente/maestro/guía/facilitador  estarían avocados al fracaso y la inexistencia. 



lunes, 26 de octubre de 2015

El incendio de la culpa

'El incendio de la culpa' por 
gorilasilente©
"Bailan como fósforos encendidos, la sangre los distrae, la piel chamuscada es parte de su acecho; el pasto encendido nos persigue. La única forma de negar su existencia es la balada de la culpa."